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Sueños de tendederos
Sueños de tendederos que nos sean sólo de ropa. Tendederos jardines con que poblemos nuevamente nuestros paisajes domésticos. Que el paisaje crezca en cada habitación. Por que sí: nos gusta lavar, nos gusta ordenar, nos gusta cuidar. Lo que no nos gusta es que este amor sea menor y secreto.
Uno de los elementos o gestos más poderos que, a mi parecer, tienen las prácticas artistícas/domésticas es recosinderar el esp acio mismo del hogar como productor de sensibilidad y expresividad. Así que artistas como Ana Victoria Jiménez (Cuaderno de tareas) o Dulce Pinzón (La verdadera historia de los superhéroes) que reconfiguran el sentido del espacio, los seres, los objetos que están allí, lo siento como un ejercicio político y afectivo. De allí que mi deseo haya sido mover a la habitación el tendedero y pensar en que el tendedero puede servirnos para tender muchas cosas, incluso los sueños.
Recreando la pieza: